Jugando a... ¿oscuras?
Puede que esta vez nos hayamos superado... Suena increíble, pero es cierto. Ya no más excusas: puedes jugar dónde y cuándo quieras, ¡incluso sí es de noche!

Bueno, amigos deportistas, ya hacía un tiempo que no os traíamos un deporte de lo más raro y desconocido... Así que, ¿por qué no?
Hoy os traemos algo que va a revolucionar nuestra forma de ver el bádminton... Y, sí, os encantará. Se trata de nada más y nada menos que de uno de los deportes más jóvenes de la historia: el speed bádminton.
Vale, paren las alarmas y los ataques de pánico porque, como siempre, no hace falta ser un profesional para empezar a jugar.
¿Qué necesitáis? Sinceramente... ¡Nada! Este deporte se inventó para poder jugarlo en cualquier sitio, estés donde estés: ya sea en la playa, cemento o césped. Da exactamente igual, y por si fuera poco, tampoco necesitas red. Increíble, ¿no?
Para introduciros un pelín: las raquetas que se utilizan son parecidas a las de squash y los volantes son más pesados que los convencionales de bádminton (speeders).

El campo de juego está formado por dos cuadrados de 5'5 metros de lado, separados entre ellos por 12,8 metros. ¿Objetivo? Ser el mejor de 3 sets, en los cuales deberás ganar 16 puntos (superando por dos al rival, chicos) metiendo el speeder en el campo contrario.

¡La clara revolución del bádminton!
¿Sus ventajas? Chicos, seamos honestos, podéis jugar dónde queráis, tanto en el interior como en el aire libre; con quién queráis; y cuándo queráis... Ni siquiera el viento o la oscuridad te va a arruinar la jugada.

¡He aquí la razón por la que parece ser tan divertido! Así que... ¿a qué estáis esprando?